Navegando y navegando por la vastedad de la Red, encontré esta canción de Silvio Rodriguez. Al escucharla me sorprendió -cabe mencionar que nunca fuí un fiel seguidor de este trovador cubano- el contenido; los tres hermanos buscaron a su manera, cada uno influenciado por su edad y experiencia; y debido a ello enfocaron sus miradas y destino final.
Pero ese rápido análisis no me convenció. Algo me quedaba en el tintero y que el momento, la hora y el interés en otro destino de mi búsqueda no me dejaban apreciar. No soy un analista nato.Generalmente debo re-leer varias veces una idea para acercarme a su verdad.
En una nueva sacudida de interés un nuevo googleo y encuentro a Diana Rodríguez, una bibliotecaria pampeana, que en su espacio hace referencia al tema diciendo "Una poética manera de hacernos reflexionar sobre la necesidad de contar en todo momento con la mejor y más adecuada información"
Y ese comentario era el pedazo de idea que me estaba faltando.
FABULA DE LOS TRES HERMANOS (Silvio Rodriguez)
De tres hermanos, el más grande se fue por la vereda a descubrir y a fundar.
Y para nunca equivocarse o errar, iba despierto y bien atento a cuanto iba a pisar.
De tanto en esa posición caminar, más nunca el cuello se le enderezó.
Y anduvo esclavo ya de la precaución, y se hizo viejo queriendo ir lejos con su corta visión.
Y para nunca equivocarse o errar, iba despierto y bien atento a cuanto iba a pisar.
De tanto en esa posición caminar, más nunca el cuello se le enderezó.
Y anduvo esclavo ya de la precaución, y se hizo viejo queriendo ir lejos con su corta visión.
Eh, eh, eh, eh, eh, eh, ojo que no mira más allá no ayuda al pie.
Uh, uh, uh, uh, uh, uh, óyeme esto y dime, dime lo que piensas tu.
De tres hermanos, el del medio se fue por la vereda a descubrir y a fundar.
Y para nunca equivocarse o errar, iba despierto y bien atento al horizonte igual.
Pero este chico listo no podía ver la piedra, el hoyo que vencía a su pie.
Y revolcado siempre se la pasó, y se hizo viejo queriendo ir lejos, a donde no llegó.
Y para nunca equivocarse o errar, iba despierto y bien atento al horizonte igual.
Pero este chico listo no podía ver la piedra, el hoyo que vencía a su pie.
Y revolcado siempre se la pasó, y se hizo viejo queriendo ir lejos, a donde no llegó.
Eh, eh, eh, eh, eh, eh, ojo que no mira más acá tampoco fue.
Uh, uh, uh, uh, uh, uh, óyeme esto y dime, dime como miras tú.
De tres hermanos, el pequeño partió por la vereda a descubrir y a fundar.
Y para nunca equivocarse o errar, una pupila llevaba arriba y la otra en el andar.
Y caminó vereda adentro el que más, ojo en camino y ojo en lo porvenir.
Y cuando vino el tiempo de resumir, ya su mirada estaba extraviada entre el estar y el ir.
Y para nunca equivocarse o errar, una pupila llevaba arriba y la otra en el andar.
Y caminó vereda adentro el que más, ojo en camino y ojo en lo porvenir.
Y cuando vino el tiempo de resumir, ya su mirada estaba extraviada entre el estar y el ir.
Eh, eh, eh, eh, eh, eh, ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve.
Uh, uh, uh, uh, uh, uh, óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú.
Uh, uh, uh, uh, uh, uh, óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú.
No sé lo que piensas tú !!! Tal vez haya muchos análisis, pero el de Diana me conformó.
Un niño informado será un niño que mirá al pisar, más tarde mirará atento y de adulto sabrá mirar a lo lejos.
Y esa es la transición lógica que los nuevos medios deben propiciar.
Un niño informado será un niño que mirá al pisar, más tarde mirará atento y de adulto sabrá mirar a lo lejos.
Y esa es la transición lógica que los nuevos medios deben propiciar.
1 comentarios:
excelente aporte, soy estudiante de comunicacion social y esta fabula me ha parecido muy propisia para compartir con mis compañeros, excelente la manera en que lo aborda y como relaciona esta fabula con la comunicacion¡¡¡¡¡¡¡¡¡
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