Google para esto, Google para aquello...todo es Google; parace que nada somos sin Google.
Y es la verdad.
El buscador se ha convertido en la brújula que nos permite recorrer el vasto e impredecible espacio de la información.
Haciendo memoria, cuando adolescente y aún años más atrás también, a falta de textos proporcionados por maestros y profesores o la falta del vicio generado por "Anteojito", "Billiken" (se acuerdan de estas revistas!!!) y otras, era inevitable nuestro paso por las bibliotecas, espacios grandes o chicos pero siempre dominados por el silencio absoluto y la contemplación al libro.
Hoy ya me he olvidado de que esos lugares existen aún cuando sé donde están.
Y no me pasa a mi solamente, que me inicié a la vida del conocimiento a través de libros, revistas y todo aquel material escrito en hojas que permitía complementar mi aprendizaje. Le sucede a todas las personas que estan en condiciones de poder frecuentar, aunque sea esporádicamente, una computadora conectada a Internet.
La transformación del átomo en bit generó esta nueva manera de desenvolvernos, mal o bien, en la exploración de un espacio sobre-informado, en donde no existen las claves para llegar en principio a donde pretendemos porque muchas veces, en nuestra Google-dependencia, ocurre que no es tan importante lo que buscamos como lo que llegamos a encontrar. Para discutir..no?
Suelo recibir en mi email noticias provenientes de distintos ámbitos ocupados en las NTIC's y en uno de ellos, Octeto, canal digital de Tecnología Educativa de la Universitat Jaume I de Castelló, se hace mención bajo el título "La «Generación Google» es un mito, según el JISC" a un estudio para tratar de "descubrir si las nuevas tecnologías habían creado nuevos modos de buscar información, además de poner en relación estas prácticas con la función de las bibliotecas y los bibliotecarios en la alfabetización digital (e informacional) de los estudiantes actuales"
El encargo del JISC (Joint Information Systems Committee) y la British Library a un grupo de investigadores pertenecientes a la Universidad de Londres, concluye, a través de un "análisis pormenorizado de registros de acceso a servicios web dirigidos a la comunidad educativa del Reino Unido, apenas encuentra rasgos que distingan los hábitos informacionales (entiéndasé: hábitos de búsqueda de información ) de los más jóvenes frente a los mayores".
A mi parecer, creo que el título de la noticia está totalmente desacertado; tal vez habría que indagar la realidad inglesa para estar conforme con ese titular porque, si bien no he podido acceder al informe original, no es desconocido por nadie que todo el mundo utiliza buscadores (de Internet) y no las bibliotecas y para más, la «Generación Google» existe, afianzada y en alza.
Tal vez lo que habría que analizar y estudiar es sí esta «Generación Google» es efectiva en sus búsquedas y si los criterios que se emplean en esas búsquedas son correctos o directamente no existen según las distintas edades.
Y es la verdad.
El buscador se ha convertido en la brújula que nos permite recorrer el vasto e impredecible espacio de la información.

Hoy ya me he olvidado de que esos lugares existen aún cuando sé donde están.
Y no me pasa a mi solamente, que me inicié a la vida del conocimiento a través de libros, revistas y todo aquel material escrito en hojas que permitía complementar mi aprendizaje. Le sucede a todas las personas que estan en condiciones de poder frecuentar, aunque sea esporádicamente, una computadora conectada a Internet.
La transformación del átomo en bit generó esta nueva manera de desenvolvernos, mal o bien, en la exploración de un espacio sobre-informado, en donde no existen las claves para llegar en principio a donde pretendemos porque muchas veces, en nuestra Google-dependencia, ocurre que no es tan importante lo que buscamos como lo que llegamos a encontrar. Para discutir..no?
Suelo recibir en mi email noticias provenientes de distintos ámbitos ocupados en las NTIC's y en uno de ellos, Octeto, canal digital de Tecnología Educativa de la Universitat Jaume I de Castelló, se hace mención bajo el título "La «Generación Google» es un mito, según el JISC" a un estudio para tratar de "descubrir si las nuevas tecnologías habían creado nuevos modos de buscar información, además de poner en relación estas prácticas con la función de las bibliotecas y los bibliotecarios en la alfabetización digital (e informacional) de los estudiantes actuales"
El encargo del JISC (Joint Information Systems Committee) y la British Library a un grupo de investigadores pertenecientes a la Universidad de Londres, concluye, a través de un "análisis pormenorizado de registros de acceso a servicios web dirigidos a la comunidad educativa del Reino Unido, apenas encuentra rasgos que distingan los hábitos informacionales (entiéndasé: hábitos de búsqueda de información ) de los más jóvenes frente a los mayores".
A mi parecer, creo que el título de la noticia está totalmente desacertado; tal vez habría que indagar la realidad inglesa para estar conforme con ese titular porque, si bien no he podido acceder al informe original, no es desconocido por nadie que todo el mundo utiliza buscadores (de Internet) y no las bibliotecas y para más, la «Generación Google» existe, afianzada y en alza.
Tal vez lo que habría que analizar y estudiar es sí esta «Generación Google» es efectiva en sus búsquedas y si los criterios que se emplean en esas búsquedas son correctos o directamente no existen según las distintas edades.
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